Después de los 40 años, los hombres, pero sobre todo las mujeres,
sufren una pérdida acelerada de la masa ósea. Se sabe que el
entrenamiento regular desde niño ayuda a mantener una
densidad mineral ósea en edad adulta, lo que reduce significativamente
el riesgo de osteoporosis y las fracturas óseas, por ejemplo las caídas,
el gran temido de nuestros mayores.
En el gráfico vemos la diferencia entre personas entrenadas y no entrenadas y su relación con el riesgo de fractura por osteoporosis.
En el gráfico vemos la diferencia entre personas entrenadas y no entrenadas y su relación con el riesgo de fractura por osteoporosis.
#melopideelcuerpo
Decídete por hábitos de vida saludable